Como coger el lápiz... ¡Preparados, listos…a escribir!
¿Te has planteado alguna vez cómo tu hijo debe coger el lápiz cuando comienza a escribir? Te damos a continuación algunas pautas.
En el desarrollo de nuestros hijos hay diferentes aspectos claves, uno de ellos es la motricidad.
Se puede diferenciar entre dos tipos: gruesa y fina, sin embargo, ambas están relacionadas y no podemos entender una sin la otra.
Este desarrollo no es igual en la niñez y debemos tener en cuenta que los niños y niñas desarrollan sus habilidades psicomotrices finas y gruesas a distinta velocidad.
Las destrezas de motricidad gruesa comprenden los movimientos motrices complejos como lanzar objetos, chutar un balón o saltar a la comba.
Las destrezas de motricidad fina se refieren a las actividades que requieren coordinación de los movimientos musculares pequeños que ocurren en partes del cuerpo como los dedos, generalmente en coordinación con los ojos para realizar actividades como recortar figuras, ensartar cuentas o agarrar el lápiz para dibujar y escribir.



En este momento nos centraremos en el desarrollo de las habilidades de motricidad fina, ya que son decisivas para el niño. Sus logros en este campo abren la puerta a la experimentación y al aprendizaje sobre su entorno y, como consecuencia, la psicomotricidad fina juega un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia y de un proceso vital como es el aprendizaje de la lectoescritura. Coger el lápiz adecuadamente es fundamental, ya que también facilitará al niño la adquisición de la escritura.
¿Por qué es importante escribir de manera manual y cursiva en la era digital en la que vivimos?
La escritura manual y en cursiva pone en marcha neurotransmisores en nuestro cerebro que están apagados cuando no escribimos de esta forma.
En el proceso de aprendizaje de la escritura es fundamental tener en cuenta varios aspectos: la mesa, la postura, la presión sobre el papel, el modo de coger el lápiz, el tipo de letra, la posición del papel, la posición de las manos y el tipo de lápiz.
Para facilitarnos el proceso de adquisición de la escritura hay varios aspectos que nos ayudan a coger el lápiz de manera adecuada. A continuación os hablamos de ellos.
La mesa en la que voy a escribir deber de estar despejada y debe ser de un
tamaño adecuado.
La postura debe ser adecuada: silla arrimada y centrada a la mesa, espalda
apoyada al respaldo, ambos brazos en la mesa y piernas rectas tocando el
suelo.
El papel tiene que estar bien colocado, teniendo en cuenta si eres diestro o
zurdo.
Diestro: papel inclinado ligeramente a la izquierda.
Zurdo: papel inclinado ligeramente a la derecha.
La posición de las manos también es importante:
La mano que escribe siempre debe ir debajo de la línea de escritura.
Esto es especialmente importante en caso de ser zurdo ya que con frecuencia
para ver lo que se escribe se tiende a colocar la mano encima de la línea de
escritura. En este caso hay que hacer especial hincapié en que la mano que
escribe siempre debe ir debajo de la línea de escritura.
La mano que no escribe debe sujetar el papel, si el papel está quieto es más
fácil controlar la escritura.
A continuación podemos ver dos claros ejemplos de la posición de un niño diestro y un niño zurdo.
Si prestamos atención a nuestro alrededor podemos ver que hay tantas formas de coger el lápiz como tipos de personas, pero todas han conseguido aprender a escribir. Entonces, ¿por qué es tan importante coger de manera correcta el lápiz?
Está comprobado que las posturas incorrectas provocan posturas incorrectas corporales, formación de callos en los dedos, calambres, dolor de mano y muñeca, tensión y crispación.
La manera de evitar todo esto es coger bien el lápiz. El índice y el pulgar son los encargados del manejo del lapicero. El dedo corazón solo sirve para que el lápiz se apoye, proporciona estabilidad en el trazo.
Los dedos que sostienen el lápiz han de estar convenientemente separados de la punta para permitir ver lo que escribimos (ni muy arriba, ni muy abajo).
La inclinación debe permitir ver la punta y así controlar y dirigir el trazado. La presión que se ejerce sobre el papel debe ser la adecuada.
El lápiz debe de ser de calidad, tipo 2HB, estar bien afilado y de un tamaño adecuado ya que siempre debe de apoyar sobre la mano en el hueco entre el dedo pulgar y el índice.
A continuación encontramos un claro ejemplo de como coge el lápiz un niño zurdo y un niño diestro.
Principalmente es importante que en casa al igual que en la escuela se ponga mucha atención a todo lo que hemos mencionado anteriormente.
Además, es de gran utilidad que el niño haya realizado muchas actividades y muy variadas de psicomotricidad, tanto fina como gruesa.
Deben aprender a controlar la presión que son capaces de ejercer con su mano a través de actividades de modelado, doblar papel, etc. y muy especialmente colorear con distintas intensidades: suave y fuerte y con distintos útiles: ceras blandas, duras, rotulador, pincel…
Cuando nuestros hijos comienzan su vida son muchas las novedades e incógnitas que experimentamos como padres. Una de ellas es cuando comienzan a escribir, este es un proceso natural pero a la vez fundamental al que deberíamos poner extremado celo y cariño sin olvidar que nosotros mismos somos un modelo de referencia para ellos en todos los ámbitos de la vida.
Nunca hay que olvidar que nuestros hijos aprenden más de lo que hacemos y decimos de manera espontánea, que de lo que les decimos de manera intencionada.