El uso de la preposición de resulta bastante frecuente en la expresión. Normalmente, su empleo no ofrece ninguna dificultad ni requiere de ningún conocimiento gramatical preciso. Pero hay casos en que la ausencia de esta preposición es la causa de una incorrección denominada queísmo. Esta incorrección consiste, más concretamente, en la supresión indebida de la preposición de, en especial cuando esta debe emplearse delante de la conjunción que. El queísmo se ha extendido bastante en todo tipo de registros, incluso en la expresión formal o culta, probablemente por el temor de muchos hablantes a incurrir en el dequeísmo o uso innecesario de la preposición de (*pienso de que…, *nos gustaría de que…).
Estos son los principales casos en que la preposición de no debe omitirse:
– En español, existen ciertos verbos que exigen el uso de una determinada preposición, mediante la cual reciben el complemento que sirve para completar su significado. Entre ellos, abundan los que se acompañan siempre de la preposición de, como arrepentirse de, percatarse de, acordarse de, olvidarse de, tratar de, convencer de… Deben evitarse, por tanto, expresiones constitutivas de queísmos como:
*Es tan despistado que no se percató que dejaba abierta la puerta de su vivienda → Lo correcto sería …se percató de que…
*Acuérdate que mañana tienes que ir al dentista → Lo correcto sería Acuérdate de que…
Conviene precisar, en este sentido, que hay verbos que pueden emplearse indistintamente con o sin la preposición de, como informar algo a alguien o informar de algo a alguien (en España se emplea generalmente informar de algo), dudar algo o dudar de algo, advertir de algo a alguien o advertir algo a alguien, avisar algo a alguien o avisar de algo a alguien y cuidar algo o cuidar de algo.
– También existen algunos nombres como condición o ganas, y adjetivos como seguro o convencido que necesitan llevar la preposición de para recibir la complementación de otras palabras que precisan su significado. En este sentido, constituyen queísmos expresiones como:
*Estoy seguro que va a llover → Lo correcto sería …seguro de que…
*No tengo ganas que empiece el curso. → Lo correcto sería …ganas de que…
– La preposición de es una de las palabras que forman ciertas locuciones como a fin de, a pesar de, con el objeto de, hasta el punto de…, en las cuales no debe suprimirse. Son queístas expresiones como:
*Perdieron el partido, a pesar que lucharon hasta la extenuación. → Lo correcto sería …a pesar de que lucharon…
* El alboroto fue creciendo hasta el punto que nadie se entendía al hablar. → Lo correcto sería … hasta el punto de que nadie…
Para evitar el queísmo, se puede comprobar con facilidad que la preposición de es necesaria en un enunciado cuando, tras sustituir la secuencia de palabras iniciada por la conjunción que mediante la palabra eso, se observa que la preposición de se mantiene en el enunciado, como por ejemplo:
Estoy harto de que me grites → Estoy harto de eso (sería incorrecto Estoy harto eso)
Pedro nos convenció de que decía la verdad → Pedro nos convenció de eso (sería incorrecto Pedro nos convenció eso)